Archive for the ‘Uncategorized’ Category

Deseos de LABOR a fin de año / LABOR Wishes at the end of the year

December 20, 2008

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Lo reitero, feliz Navidad y año nuevo 2009! I insist, happy Christmas and New Year 2009!

Razones, por Calderón

November 30, 2008

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Otra vez Calderón pone las cosas claras.

Parque del Lago – Third Mention

October 29, 2008

Nuestro equipo conformado por Milagros Zingoni (Argentina, asociada de facultad, SALA ASU), Samantha Sears (EEUU, estudiante de la maestría de arquitectura, SALA de ASU), Ken McCown (EEUU, Profesor Asociado, SALA ASU), Andy Wilcox (EEUU, Profesor Asistente, CalPoliPomona), Kevin Hinders (EEUU, Profesor Asociado, University of Illinois at Urbana-Champaign), Tyler Stradling (EEUU, ex-alumno de la licenciatura de arquitectura de paisaje, SALA ASU) y un servidor ganó la tercera mención de honor en el concurso internacional “Parque del Lago” convocado por el gobierno de la ciudad de Quito, la fundación Vida para Quito, y el colegio de arquitectos del Ecuador. Hubo 194 inscritos, 120 proyectos entregados, 2 descalificados, 50% de proyectos ecuatorianos, 50% de proyectos internacionales. El primer lugar fue un equipo ecuatoriano, el segundo un colombiano, el tercero uno de EEUU (de Harvard), la primera mención de Argentina, la segunda de Italia, y nosotros (EEUU-Argentina-México). El jurado estuvo compuesto por Anuradha Mathur, Charles Waldheim, Henry Carrión, Jordi Borja Sebastiá y Rosa Grena Kliass. http://www.concursoideasquito.com/veredicto.htm

Domar

October 22, 2008

En el aeropuerto de la Ciudad de Chihuahua el personal de tierra, los empleados, dicen adiós una vez que terminan con sus deberes debajo del avión. No están obligados a hacerlo a excepción de quién revisa algo en el tren frontal de aterrizaje, y ese ademán no es una despedida sino una aprobación. Al parecer esta persona tiene que mover o apretar algún mecanismo que aprueba que todo está listo. Momentos antes de esto, los pasajeros se alinearon, caminaron, hasta el avión. Dos filas se formaron, una por la puerta frontal y otra por la cola. Fue un proceso que tomó algunos minutos, entretanto un militar mexicano caminaba distraído por debajo del edificio de la terminal, frente a mis ojos y frente a mí, estando del otro lado del cristal que me detiene en una sala de espera antes de abordar mi vuelo.

Esta sala se encuentra en la planta baja del edificio. La sala se acristala de manera horizontal abriéndose hacia el característico paisaje chihuahuense. Esto es, a unos cuantos kilómetros, quizás 3, quizás 4, confinan al espacio macizos montañosos. Hay un puerto entre las masas junto casi al centro de la vista de esta sala de estar a través de los asientos –de plástico- de la espera. Creo que no es un buen proyecto de arquitectura. Para la despedida y la llegada el componente principal siguen siendo esas montañas que fueron ignoradas por el edificio. Aspiraría a que el horizonte se confinará también siguiendo el ir y venir de las elevaciones de las sierras, y el ir y venir de aviones aterrizando y despegando.

A fin de cuentas, las parciales masas permitidas por ese cristal hacia la expectativa del vuelo, y los pocos vuelos pues, hacen que ambos situaciones se acompañen efectivamente en un ritmo muy sopesado, que ahora encuentro muy de Chihuahua con mi percepción agudizada, a mi sentir y entender, por la partida de hace ya poco más de dos años.

Sobra decir que no hay prácticamente nadie en la sala de espera. Solo unos cuantos intendentes aburridos, hablando por teléfono, escuchando música grupera (que también se reduce ante esta tranquilidad). Me pregunto cuántos vuelos habrá en este domingo de otoño cuando la sala comienza a recibir otros huéspedes.

Pasaron los minutos, llegó nuestro avión, con él su muy sonriente sobrecargo que bromeaba con su figura de soldado con los empleados del aeropuerto, quizás tenía que ver si había clientes ante lo tranquilo del día y seguramente del vuelo de llegada. En realidad di cuenta de que era uno más del avión ya dentro de él, cuando su uniforme y el saludo recibiendo a los pasajeros dentro del avión corrigieron mi errónea percepción de que quizás parecía un policía más. Llego a mi asiento y me siento al lado de un señor que al par de minutos me saca plática, me dice en su castellano de hijo de mexicanos y de alguién que nunca ha vivido en México que se llama Frank, que también va a Phoenix pero que vive en Prescott, y que fue a Chihuahua, a la feria ganadera, a dar una demostración de cómo se pueden domar caballos… sin violencia.

Otoño

October 12, 2008

Ha llegado el otoño a Arizona con cielos despejados y limpios por el viento constante pero sopesado. El clima un poco fresco, las calles un poco vacías de sábado, los aviones que aterrizaban por la tarde pasando bamboleantes a través de las ventanas frente a nosotros trabajando en el departamento. Hay un ambiente algo nostálgico que incluso podría romancear con una noción de exilio, nada fuera de lo común. Las flores de nuestras plantas aun están ahí, aunque el cambio de temperatura aceleró la caída de una flor roja que tan sólo se abrió un par de días. A las 6.30 de la tarde se va el sol.

CNSP

August 22, 2008

Con el tema del Consejo Nacional de Seguridad Pública. Reunión número veintitantos…

Desde que vivimos en los EEUU, cada vez que volvemos a México y regresamos al norte, el momento de nerviosismo que inexplicablemente tendía a sentir era en el instante de acercarnos a cruzar de México a Estados Unidos, pasar por preguntas que aunque normalmente cómodas me incomodan, no saber si será en Inglés o en Español, así como la eventual ligera revisión superficial de las cajas y maletas que hemos hecho costumbre cargar desde que nos mudamos a Arizona.

Este viaje de regreso de ha sido diferente.

El día anterior a nuestro viaje una hermana mía platicaba a modo de leyenda como ella presenció, en el viaje a la frontera que terminó un par de días antes que nosotros, a militares revisando a todo hombre con las manos en la nuca entretanto su automóvil era auscultado, las mujeres y los niños tenían el beneficio de estar a su lado impasibles ante la revisión del mueble. Asesinato múltiple en Creel un par de días antes, maletero repleto de nuevo, lunes al sol, próxima reunión de jerarquías políticas muy anunciada por los medios (que escuché hoy por internet casi completa), y el estado fronterizo con el problema más agudo de violencia en fechas recientes.

La novedad fue el viaje y el cruce más sencillos de nuestra vasta experiencia fronteriza. Pasando las dunas de Samalayuca el nerviosismo ahora se centraba en el retén militar. Con la carretera casi vacía no cabría duda de encontrar o una línea corta o una prolongada en caso de que decidieran matar el aburrimiento, perdón, incrementar la seguridad, con revisiones exhaustivas. Llegamos al rétén, no había viajeros con las manos en alto. Por el contrario, un solitario soldado nos recibió sin contestar el buenos días y nos asignó el puesto de revisión número dos. Pasamos y otro soldado mucho más amable nos dijo “Que le vaya bien, Pásele”. Y así acabó. En toda la carretera imaginaba atento a mi costumbre fatalista a bandoleros de caminos haciéndonos el alto y saqueando nuestra diligencia. No sucedió. Imaginaba ser testigo de una ejecución múltiple de tipos alineados a la carretera. Pasar justo al lado de ellos en el momento, y mantener impresa en mi memoria la cara de un criminal mirándome con una cara de “sabes lo que te pasará si dices algo”. Pero el trayecto fue dominio del paisaje y del “Ipod”.

Con todo esto, y sin embargo, ansiaba llegar a los EEUU más que siempre. Cuando nos acercamos a la frontera no había línea, tampoco, y el oficial nos hizo señales con la mano para apresurar el paso por las boyas y cámaras justo antes de enfrentarlo cara a cara. Llegamos con él, le dimos las visas, nos preguntó a dónde ibamos, que traíamos, y qué estudiaba en Arizona. “No estudio, soy profesor”. Hizo un gesto de sorpresa, terminó de escanear las visas, y nos deseó suerte sin revisar nuestras cajas, maletas y obvios objetos sueltos dentro del auto. Acaso habrían pasado no más de un par de minutos y ya me sentía en un lugar más seguro.

Hoy fue el infortunado padre de Fernando Martí el que hizo el reclamo en el Palacio Nacional. Yo también lo hago desde mi casa en Arizona. Hemos logrado que por vez primera yo me sienta más seguro hoy en EEUU que en México.

Tres Castillos

August 7, 2008

El otro día camino a casa en el semáforo que me detiene frente al monumento al Héroe de Tres Castillos -exterminador y perseguidor de indigenas revoltosos en el norte de México y, me imagino, en el sur de los Estados Unidos- sucedió un momento que me iluminó, aunque fuera un instante. Ahí, estando yo en primera fila, de frente al monumento, a medio día, con el cayendo a plomo, vi a una indigena tarahumara de frente también al monumento ¡pero aventándole piedras! En ese segundo pasó por mi mente esa alma vengadora que de súbito, después de estar disfrutando un descanso a la sombra del pedestal, después de andar mendigando entre los autos estacionados momentaneamente como el mío, reconoce o entiende el motivo del monumento y en un arranque de dignidad ¡apedrea a la efigie!

Pero no, el momento pasó rápido. La mujer arrojó un par de piedras más que bastaron para ahuyentar a las palomas que descansando también en la cornisa superior del monumento amenazaban con defecar sobre el minuto de recreo y descanso de la tarahumara. Quizás sí la mancharon. Ese fue el motivo y en eso cambió la luz de rojo a verde.

63

August 6, 2008

Educación Básica en México

July 30, 2008

Y falta un cartón de la educación superior.

Chihuahuan Summer

May 27, 2008

Reportando durante estos meses de verano desde la Ciudad de Chihuahua. Desplazamiento entre desiertos acompañados de cañones.